Las almohadillas de los perros son fundamentales para su movilidad y bienestar general, ya que actúan como amortiguadores, protegiendo los huesos y articulaciones de las patas durante el caminar y correr, y proporcionando tracción en diversas superficies.
Para mantener las huellas de tu perro en buen estado, es importante realizar algunas prácticas como hidratar regularmente las almohadillas, revisar las patas de tu perro después de cada paseo o usar fundas para protegerlas del clima.
En caso de no tener un buen cuidado, pueden aparecer heridas, infecciones y otras lesiones en las patas de nuestros peludos. Si tienes dudas sobre cómo cuidar las almohadillas de un perro, te mostramos las causas te despejaran las dudas. Estas son las más comunes:
La sequedad en las almohadillas de los perros es un problema común que puede ser causado por factores ambientales como el clima extremo, superficies abrasivas y la falta de hidratación adecuada. Pueden volverse ásperas y agrietadas, lo que no solo es doloroso para el perro, sino que también aumenta el riesgo de infecciones.
Los cortes pueden ocurrir fácilmente debido a objetos afilados, piedras o superficies rugosas durante los paseos al aire libre. Estos cortes pueden ser dolorosos y, si no se tratan adecuadamente, pueden infectarse, causando más complicaciones.
Las quemaduras son un riesgo significativo durante los meses de verano, cuando las superficies como el asfalto y la arena pueden alcanzar temperaturas extremadamente altas.
La hiperqueratosis
es una condición en la que las almohadillas desarrollan una capa gruesa y dura de piel, lo que puede ser el resultado de factores genéticos, enfermedades subyacentes o irritación crónica. Esta condición hace que sean menos flexibles y más propensas a agrietarse, lo que puede causar dolor y dificultad para caminar.
En la actualidad existen numerosas maneras de mantener hidratado a tu perro, entre ellas una alimentación de calidad a base de pienso natural de salmón. Aunque, las más comunes son:
Cremas hidratantes para mascotas
Si buscas cómo hidratar las almohadillas de los perros, una de las formas más efectivas es utilizando cremas hidratantes diseñadas específicamente para mascotas. Estos productos están formulados con ingredientes seguros y eficaces que penetran profundamente en la piel, proporcionando una hidratación duradera.
Para aplicar, simplemente limpia las patas de tu perro con agua tibia y sécalas bien. Luego, aplica una pequeña cantidad de crema en cada almohadilla, masajeando suavemente hasta que se absorba por completo.
Los aceites naturales, como el aceite de coco o el aceite de oliva, son opciones fantásticas para mantener hidratadas las huellas de tu perro. Estos aceites están llenos de nutrientes y poseen propiedades antimicrobianas que pueden ayudar a prevenir infecciones.
Para utilizarlos, primero limpia y seca las patas de tu perro, luego aplica una pequeña cantidad de aceite en cada pata. Masajea suavemente para asegurar que el aceite se absorba correctamente.
El gel de aloe vera es famoso por sus propiedades hidratantes y reparadoras, convirtiéndolo en una opción ideal para tratar las almohadillas secas y agrietadas de tu perro. Este gel es suave y seguro para la piel de las mascotas. El aloe vera también es muy recomendado para hidratar la nariz de los perros.
Para usarlo, asegúrate de elegir gel de aloe vera puro, sin aditivos ni fragancias. Limpia y seca bien las patas de tu perro, luego aplica una pequeña cantidad de gel en cada huella. Masajea suavemente hasta que se absorba por completo. El aloe vera no solo hidrata, sino que también contribuye a la reparación de la piel dañada.
El calor y las superficies calientes, como el asfalto en verano, pueden quemar y dañar las almohadillas de tu perro. Por eso, hay varios consejos que ayudan a protegerlas como:
En el
caso del frío y los meses de invierno, las superficies pueden causar sequedad, grietas e, incluso, congelación. Estos son las principales formas de protegerlas: